Si?
Probando, probando... uno... dos?
Si.
Tal parece que sucumbí ante la tentación de abrir un blog,
pero,
qué se iba a esperar?
Esto fue como perder la virginidad, fumar por primera vez, embriagarte por primera vez:
obedeció a "influencias" externas.
Ya le había dicho a cierto niño por ahí que esta clase de publicaciones me parecen de lo más narcisista: ¿a quién demonios le va a interesar lo que me ha pasado en el dia, sea íntimo o no?
¿a quién le va a parecer interesante esto que escribo?
Creo que ni a mi.
Así que lo dejaré hasta aquí por el momento,
porque acabo de sentir la vergüenza de la primera vez.