"Algo muy bueno debo haber hecho para merecerte" pienso a veces.
Pero no se trata de recompensas ni merecimientos.
Aquí estamos,
frente a frente,
mirándonos a los ojos... no hacia arriba ni hacia abajo,
sino a los ojos, como iguales.
Y es que en tus ojos podría perderme una y mil veces
porque eres dueño de un encanto misterioso para mí.
No conozco un par tuyo.
Me siento afortunada, pero no se trata de fortunas tampoco.
Quizás es sólo que estamos acompañándonos
porque hemos tenido tiempos difíciles
y gracias a ellos hemos aprendido a estar juntos
y porque debemos aprender a seguirlo haciendo
o a dejarnos.
O quizás es sólo que estamos acompañándonos
porque a la Vida le robamos una sonrisa cada vez que nos besamos.